Las multas al volante están a la orden del día y son, posiblemente, uno de los grandes temores de todos conductores. La Dirección general de Tráfico (DGT) se ha puesto cada vez más severa, con el objetivo de que los usuarios cumplan con la normativa de tráfico y, así, poder reducir el número de víctimas al volante.
No tener el seguro en Vigor
Para poder circular con un vehículo, este tiene que estar asegurado en todo momento. De hecho, una de las multas más caras tiene que ver con no contar con el seguro obligatorio, una multa que tiene dos cuantías: 800 euros si tu coche está estacionado y 1.500 euros si te encuentras circulando con él.
Circular con la ITV caducada
Se trata de otra de las condiciones obligatorias para poder circular con nuestro vehículo. Por ello, si no tuviéramos la Inspección Técnica de Vehículos en vigor, nos costará una multa de 200 euros. Si, además, al intentar pasarla hubiéramos tenido un resultado negativo, la cuantía del castigo sube a 500 euros.
Tener el permiso de conducir caducado
Si cualquier agente nos solicita el carnet de conducir y no se encuentra en vigor, la multa que estaremos obligados a pagar es de 200 euros. Curiosamente, el mismo castigo que si no lleváramos puestas las gafas si el permiso indica que estamos obligados a conducir con ellas.
Señalización en caso de accidente
Las normas exigen que, en caso de que suframos una avería o un accidente con nuestro vehículo, es necesario señalizarlo de manera correcta para evitar mayores problemas. Por ello, no contar con triángulos de emergencia o no ponerse el chaleco reflectante tienen el mismo coste: 200 euros.
Debes de ir siempre documentado
En caso de que un agente detenga nuestro coche y no llevemos encima el permiso de conducir, el de circulación o el documento de la ITV, seremos sancionados con 60 euros de multa. Si además eres conductor novel y no llevamos la L en un lugar visible de la luna trasera, la sanción será de 80 euros.