Los frenos son uno de los elementos de tu vehículo que están sometidos al desgaste y antes o después hay que cambiarlos porque los utilizamos de manera constante durante la conducción. Es importante realizar revisiones periódicas para evitar circular con los frenos en mal estado pero también saber hacer un uso adecuado y reconocer cuáles son los síntomas que nos indica que algo no va bien.
Los frenos son uno de los elementos del vehículo fundamentales para nuestra seguridad y todos los conductores debemos saber la importancia de tenerlos controlados. Junto con los neumáticos y los amortiguadores se les denomina, triángulo de seguridad y en el post de hoy vamos a explicarle importancia de mantener el buen estado de los frenos, cada cuánto tiempo conviene cambiarlos, tipos de frenos y consejos para frenar de forma segura.
Con el paso del tiempo y el uso del vehículo, las pastillas de freno se desgastan y afectan al correcto funcionamiento de los frenos, algo que pone en riesgo nuestra seguridad por eso es muy importante que estén en perfecto estado y para ello es necesario revisarlas y cambiarlas cuando sea necesario.
Qué son las pastillas de freno
Las pastillas de freno son las que aportan la fricción a los discos de freno del vehículo y nn cuanto pierden grosor, dejan de funcionar de manera efectiva y como consecuencia, aumenta la distancia de frenado hasta tal punto que el coche puede terminar derrapando.
En muchas ocasiones nos preguntan que cada cuánto tiempo se tienen que cambiar los frenos y es algo muy relativo porque el desgaste de los frenos está relacionado con el modelo de coche y con el uso que hagas de ellos durante la conducción. Lo que sí está claro es que si circulas más por ciudad que por carretera las pastillas de freno se desgastan mucho antes. En cualquier caso, se recomienda controlarlos a partir de 25.000 kilómetros aproximadamente
Si tenemos que detener nuestro vehículo el estado de los frenos y la velocidad a la que vayamos van a ser determinantes pero también la forma en la que el conductor realiza la frenada. La diferencia entre frenar y detener el coche a tiempo, o no hacerlo, puede ser vital.
Elementos que componen los frenos y que tenemos que controlar:
- Pastillas de freno o las zapatas, dependiendo si son de disco o tambor. Sobre los 30.000 kilómetros puede que están para cambiar, es conveniente mirarlos porque es fácil ver si están desgastadas o no.
- Discos de freno: la fricción que ejercemos al frenar no sólo desgasta las pastillas si no también el disco, aunque es habitual que duren más que las pastillas aproximadamente el doble. Comprobar si está desgastado es fácil porque se ve a simple vista.
- Líquido de frenos: hay que cambiarlo cuando nos indique el fabricante pero en la mayoría de ocasiones suele ser cada dos años.
Tipos de frenos
Los más comunes son los frenos de disco y los frenos de tambor y el principio de funcionamiento es igual para los dos. Su capacidad para decelerar se basa en la fricción que se produce al poner en contacto dos elementos en movimiento, es decir, la fricción resultante del roce de la pastilla de freno contra un disco en el caso de los primeros o contra el tambor en los segundos.
Y también está el sistema ABS, Sistema Antibloqueo de Frenos que funciona con un ordenador que recibe la señal del pedal de freno y los sensores de las ruedas.
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