Decir que los frenos representan uno de los elementos más importantes en la conducción es una obviedad. ¿Pero sabes qué debes hacer para prolongar su duración y eficacia? A continuación te damos unas cuantas pautas para mantenerlos en buen estado y saber detectar los principales síntomas de desgaste.
Realizar una conducción eficiente.
Esto significa evitar conducir de manera brusca, dar frenazos o utilizar los frenos de manera constante. Este modo de tratar el coche desgasta las pastillas y los discos más rápidamente.
Utilizar el freno motor.
Utilizar la caja de cambios para disminuir la velocidad ayuda a no sobrecargar los frenos y evita desgaste prematuro. Con esta sencilla costumbre podrás alargar hasta un 70% la vida de tus frenos.
Estar atento al sonido del coche.
Si en el momento de frenar tu coche emite ruidos o chirridos poco normales, es un mensaje de aviso. Pueden ser varios los motivos: exceso de grasa y humedad en los discos, cristalización de las pastillas, pastillas o discos defectuosos, entre otros. Lo mejor es acudir al taller para realizar una revisión.
Acudir al mecánico si el freno se hunde en exceso.
Si tienes que pisar el pedal más fuerte de lo normal para frenar y aún así el coche no disminuye la velocidad como es debido, debes consultar al mecánico. Esto puede ser síntoma de dos problemas: que las pastillas se hayan desgastado en exceso o que tu coche tenga una fuga en el sistema hidráulico.
Comprobar que las pastillas de freno están homologadas.
Solo tienes que comprobar que en la caja donde venían los frenos (solicítala en el taller) aparece el número de homologación ECE R-90. También podrás ver este número en la superficie de la pastilla de freno. Este indica que los frenos cumplen con todas las normativas de seguridad.
Cambiar los frenos con regularidad
Aunque el nivel de desgaste de los frenos depende de múltiples variables -modelo de coche, tipo de conducción, tipo de vías más transitadas- lo recomendable es cambiarlos o al menos realizar una revisión para comprobar su rendimiento cada 20.000 kilómetros. Unos frenos desgastados pierden efectividad en el agarre y aumentan la distancia de frenada. Esto incrementa las posibilidades de colisión.
Atento a las vibraciones
Otra señal de desgaste de los frenos es la vibración del volante. Si conduciendo a alta velocidad notas vibración al frenar, podría deber al desequilibrio de las ruedas. En todo caso, debes revisarlo para determinar que no sea un caso más complejo.
Detectar comportamientos inusuales
Por ejemplo, si notas que al frenar se bloquea solo una rueda o si el coche oscila hacia un lado en vez de frenar recto. Estos síntomas son muy peligrosos y pueden estar indicando diferentes problemas en pastillas, rodamientos, discos o amortiguadores. No demores tu visita al taller si notas cualquiera de estos comportamientos.