Por muy obvio que pueda parecer, seguro que ves a diario gente circulando sin el cinturón de seguridad puesto.
Según la Dirección General de Tráfico, el 22% de los conductores y pasajeros fallecidos en turismos y furgonetas en 2016 no llevaban puesto el cinturón. Nos recuerdan que el uso del cinturón de seguridad en España es obligatorio tanto en los asientos delanteros como traseros, siendo uno de los sistemas más sencillos y eficaces para un viaje seguro y reduciendo hasta en un 90% el riesgo de muerte en caso de colisión frontal.
Hemos elaborado una serie de argumentos para terminar de convencerte que, si te resulta muy incómodo, ponerte el cinturón es una de las incomodidades más rentables que te puedes encontrar.
Si te pillan sin cinturón te arriesgas a una multa de 200 euros, tres puntos menos en el carnet de conducir y posibilidad de retirada del carnet de conducir durante tres meses.
Además, no utilizar el cinturón de seguridad conlleva el riesgo de que el seguro de responsabilidad civil no se haga cargo de los gastos y daños en caso de sufrir heridas.
Como te decíamos más arriba, el cinturón reduce en un 90% el riesgo de fallecimiento y de heridas graves en la cabeza en caso de colisión frontal. Pero es que además reduce en un 75% el riesgo de heridas, fracturas y lesiones de otro tipo. Impide que los ocupantes salgan despedidos del vehículo en caso de colisión.
No es sólo por ti, piensa también en los demás, ya que el cinturón evita que un ocupante lesione a otro ocupante. Si los ocupantes traseros no llevan puesto el cinturón el riesgo de que golpee mortalmente a un pasajero delantero es hasta ocho veces superior.
Una de sus funciones es distribuir las fuerzas del choque entre las partes más fuertes del cuerpo, el pecho y la pelvis. El objetivo es que la presión que soporte el cuerpo y el riesgo de lesiones sea el menor posible en caso de frenado brusco.
El cinturón de seguridad y el airbag funcionan de manera complementaria. Si no se utiliza el cinturón, el impacto del ocupante contra el airbag puede ser mortal.