Hoy en Yonder Auto vamos a hablar de uno de los elementos mecánicos más contraintuitivos, más raros y más chulos que tienen los coches: El diferencial.
¿Qué es el diferencial?
El diferencial es un tren de engranajes con una entrada y dos salidas independientes. Es decir, son un puñado de ruedas dentadas conectadas entre sí, a las que se les mete fuerza por un lado y que sacan fuerza por otros dos lados independientemente.
Las entradas y salidas son ejes. Es decir, tenemos una caja mágica en la que hay tres ejes. Podemos impulsar uno de ellos, la entrada, y que las salidas saquen la fuerza que estamos metiendo de manera más o menos independiente. Por esto decíamos que es un elemento contraintuitivo.
Realmente las dos salidas no son del todo independientes, y cuando una se acelera la otra se frena, pero para la explicación nos venía mejor usar esa palabra.
Ya lo entiendo, pero no sé para qué sirve
Te va a ser bastante evidente si miras la trazada de una curva desde arriba.
Observa la huella de las dos ruedas: ¡la de dentro es mucho más corta que la de fuera! Si tuviéramos las dos ruedas unidas por un eje rígido y lo impulsásemos con el motor, una de las dos ruedas derraparía en las curvas, te quedarías sin agarre.
Al poner el diferencial entre el motor y las ruedas, conseguimos que dejen de girar unidas, con lo que la del interior de la curva va más despacio que la de fuera para realizar bien las curvas.
La función del diferencial del coche es la de asegurar que no haya ruedas patinando por falta de tracción en ningún caso de la conducción habitual. Existen muchos tipos de diferenciales para los coches, y dependiendo (principalmente) de las prestaciones del vehículo se suele preferir uno u otro tipo de diferencial.