Se ha presentado para el mercado norteamericano en Los Ángeles, más ancho de vía con más confort de marcha y conducción con una puesta al día de equipamiento tecnológico.
El Mazda CX-5 se renueva en una segunda generación para el año que viene, con un aspecto exterior actualizado mejoras en confort y ergonomía y puesta al día de equipamiento.
Esta edición del SUV más exitoso de la marca – significa el 25% de las ventas actuales – tiene unas ópticas más estilizadas, así como unas líneas más suaves, con mejoras aerodinámicas puntuales y un chasis más rígidos, utilizando nuevos materiales, buscando el confort de un interior también más insonorizado, empezando por los ruidos de bajas frecuencias de la rodadura.
En el nuevo Mazda CX-5 se han simplificado detalles en su diseño, y se han procurado unas vías más anchas, exactamente 10 mm, con el pilar delantero retrasado 35 mm buscando mejor visibilidad. Para esto también se ha rebajado la línea de cintura. Se mantiene prácticamente igual en longitud y anchura pero es 2 cm más alto.
En el interior
Dentro del nuevo CX-5, el puesto de conducción tiene mejoras en la posición de la palanca de cambios, ahora situada más alta, los espejos exteriores se han reducido
Los asientos se han mejorado en confort y seguridad, los traseros permiten ahora una regulación del respaldo en dos posiciones y tienen opción de ser calefactados, se dispone de salidas de aire traseras.
Un nuevo equipo de equipo de audio mejora la calidad de sonido con altavoces de agudos en los pilares A, más elevados a la altura de los oídos.
Se cuenta con Head Up Display y pantalla central ahora más elevada, de 7 pulgadas.
Los motores siguen la línea de bajos consumos con el sistema Skyactiv de Mazda, con dos diferentes en gasolina, de 2 y 2,5 litros y un diésel 2.2 que imaginamos tendrá como ahora diversos niveles de potencia. Todos con cambio manual o automático de 6 relaciones.
También está disponible con el sistema de tracción total inteligente i-ACTIV AWD.
G-Vectoring Control.
Este sistema (GVC), ajusta el par motor en respuesta a los movimientos del volante, mejorando el confort minimizando la inclinación y mejorando también por lo tanto el confort de marcha. A unos soportes más rígidos de la dirección se le une la mayor rigidez torsional (15,5%) y la revisión de la suspensión delantera.
Los frenos ahora tienen un sistema de autorretención, que es como un freno de mano automático.
El i-ACTIVSENSE tiene nuevas funciones, en cuanto a las pasivas con la mejora del chasis y carrocería por los nuevos materiales más resistentes, y sobre las ayudas activas se mejora el control de velocidad activo, y se cuenta con reconocimiento de señales de tráfico que se pueden reflejar en el sistema del display proyectado, Head up Display.
El nuevo Mazda CX-5 saldrá a la venta en Japón el próximo mes de febrero, antes de desembarcar en otros mercados de todo el mundo, sin confirmación de cuando llegará a los concesionarios españoles.