Donald Trump ha declarado que la Unión Europea es “tan mala” como China en lo que hace al comercio con Estados Unidos. Durante una entrevista con Fox News, el presidente de Estados Unidos rechazó las sugerencias de que sus ataques a Europa podrían ser contraproducentes y que podría reforzar las relaciones con la Unión Europea para hacer frente de forma conjunta al reto de China.
“La UE es posiblemente tan mala como China solo que más pequeña… es terrible lo que nos hacen”, afirmó Trump en referencia a las importaciones de automóviles. La Comisión Europea ha enviado una carta a la Secretaría de Comercio de Estados Unidos, filtrada a la prensa, en la que el ejecutivo advierte de que si se adoptan aranceles punitivos para las importaciones de coches, la UE responderá con recargos sobre 300.000 millones de dólares en importaciones procedentes de Estados Unidos.
Bruselas ha advertido al Departamento de Comercio estadounidense de que la aplicación de aranceles a las importaciones de automóviles y recambios, invocando “la seguridad nacional”, podría precipitar una guerra comercial abierta a escala global que tendría un efecto directo sobre el empleo en la industria automotriz estadounidense, que supone cuatro millones de trabajadores.
Aranceles del 25% para importaciones de aluminio y acero
Las importacionesde aluminio y acero ya han sido sometidas a aranceles del 25%, un hecho que afecta directa e indirectamente a Europa. Para la Comisión Europea, la adopción de aranceles para las importaciones de coches y sus componentes y recambios sería un nuevo atropello al ordenamiento internacional por parte de Washington y suscitaría una reacción de la comunidad internacional. Trump ya advirtió en junio que su país aplicaría los aranceles a la industria del automóvil si no se desmontaban en un plazo breve las barreras arancelarias a los productos de su país.
General Motors se sumó el pasado viernes a las industrias del automóvil críticas con las amenazas de Trump afirmando que implicaban un aumento del precio de sus automóviles en miles de dólares por unidad minando su competitividad y forzando la pérdida de puestos de trabajo en sus plantas.
Empleo en peligro
Por su parte, BMW que exporta el 70% de su producción en la planta de Carolina del Sur también advirtió sobre el efecto de los aranceles en el precio de los coches y la repercusión sobre el empleo en su planta. El grupo que representa los intereses de los fabricantes extranjeros de coches establecidos en Estados Unidos, Global Automakers, afirmó que los aranceles con los que Trump amenaza tendrán como efecto un aumento del precio de todos los coches y furgonetas que circulan por Estados Unidos porque van a encarecer los recambios y partes importados por la industria del automóvil.
Por su parte, la Alianza de Fabricantes de Coches que representa a los fabricantes estadounidenses y extranjeros afirma en la documentación aportada al Departamento de Comercio para su investigación sobre la denominada sección 232 -que invoca la seguridad nacional- que unos aranceles del 25% suponen un incremento en el precio de los coches de 5.800 dólares por unidad de acuerdo con los datos del Departamento de Comercio. Este incremento en el precio multiplicado por el volumen de unidades vendidas el año pasado arroja la cifra de 45.000 millones de dólares más para los consumidores estadounidenses. De momento Trump ha rebajado vía Twitter el arancel que se aplicaría a las importaciones de coches del 25% al 20%.
De acuerdo con Global Automakers, un coche de importación con un precio de 30.000 dólares sufriría un incremento en el precio de 6.000 dólares, pero incluso los coches fabricados por Honda en Estados Unidos sufrirían las consecuencias con incrementos en su precio de entre 1.500 y 2.000 dólares por los aranceles que deberán pagar las partes y recambios importados.
La imposición de aranceles será inevitable
Los analistas coinciden en señalar que si el proceso actual realmente desemboca en la imposición de aranceles en Estados Unidos será inevitable la reacción del sector que contestará con una fuerte subida de los derechos de importación de los coches estadounidenses que por otra parte en algunos casos ya fueron anunciadas, lo que va afectar de forma directa a los trabajadores del sector en Estados Unidos.
De los 14 fabricantes de automóviles en Estados Unidos una decena son extranjeros, lo que deja a 4 fabricantes locales. Este dato puede dar una idea de las consecuencias de esta batalla para el empleo en Estados Unidos. Por su parte la Alianza de Fabricantes de Automóviles citando cifras del Instituto Perterson de Economía Internacional dijo que un arancel del 25% supondría una caída del 1,5% en la fabricación de automóviles y ocasionaría la pérdida de 195.000 empleos en el plazo de entre 1 y 3 años.
Si se registraran represalias por parte de los receptores de importaciones estadounidenses -algo ya advertido por la CE al Departamento de Comercio- la pérdida de empleos podría llegar a los 624.000 con la consecuencia añadida de que la industria podría perder exportaciones por los aranceles adoptados como represalia.
Fuente: posventainfo y portal ICNR.es