Prueba Mercedes-Benz B200 CDI, un compacto muy familiar

Mercedes-Benz ha mejorado su Clase B, se convirtió en un pequeño monovolumen pensado para cargar en un tamaño compacto, con este motor de 156 cv se mueve muy bien con bajo coste de consumos

La Clase B de Mercedes-Benz, con sus 439 cm es un compacto, es un polivalente y es un familiar, todo ello con una carrocería monovolumen, si bien no podemos considerarlo así cuando está en la talla de los coches más populares en el mercado español. Su acabado «Mercedes», con la garantía de marca detrás, le aleja de la media adquisitiva de este segmento. Sin tener un equipamiento de serie espectacular está 6 ó 7 mil Euros por encima de la media.

¿Merece la pena la inversión?, pues como siempre… «pasen y vean».

El Clase B, el más caro.

Echando un vistazo a sus modelos competidores directos, podemos encontrar en el mercado español coches casi 9.000 Euros más baratos que nuestro Clase B, por ejemplo, el Opel Meriva, con 136 cv diésel y acabado Excellence, sólo 9 cm menos y algo menos de equipamiento que no son 9.000 €, porque luego después el Mercedes no tiene sistema de Navegación de serie. Ambos son alemanes, y ambos tienen un acabado aparente.

Si nos ponemos a hurgar en los detalles de acabado es donde vamos a comenzar a ver que en donde Opel pone una pieza de plástico, Mercedes la pone metálica o donde Opel u otras marcas no premium, ponen 2 tornillos, Mercedes pone 3 ó 4. A la larga, con el paso de los años el valor del coche se mantendrá también por encima, con lo cual en esta primera diferencia ya tenemos una buena excusa.

Digamos que si podemos invertir ese dinero mayor, con el paso del tiempo podremos ir amortizándolo, porque en cuestiones funcionales puras hay menos distancia. Ahora pasamos a las particularidades, que el Clase B ofrece para seguir justificando su precio.

Entre los compactos más populares.

Catalogado como monovolumen, el Clase B puede estar en el segmento de los populares Scenic, C-Max ó Picasso, por citar los más populares, pero por su estilo pude estar también cercano a los polivalentes como Megane, Focus ó C4, citando los asociados a aquellos en sus marcas.

Por lo tanto el Clase B de Mercedes tiene un amplio espectro de competidores o dicho de otra forma compite con muchos modelos del mercado en su talla y estilo.

439 cm de largo, con un portón muy vertical y techo alto, son cosas que vienen a favorecer un espacio interior amplio y los detalles que le definen como»Monovolumen». El acabado exterior es también de calidad, contando con modernas ópticas de tecnología LED, intermitentes en los retrovisores y llantas de aleación de serie, pero como muchas cosas personalizables con su correspondiente «derrama».

Elegir un Clase B es fácil, configurarlo es otra cosa.

La gama del Mercedes-Benz Clase B en principio es clara y sencilla, la gama base tiene una oferta de 9 variaciones mecánicas, con 2 motores de gasolina, 3 diésel y un eléctrico. Hasta aquí todo es fácil, ajustando tu presupuesto a tus gustos y necesidades. Pero hablamos del acabado base, sin mirar nada más. Si te pones a mirar opciones estás perdido.

Sobre el coche «base» hay varias líneas de acabado, más, cantidad de packs opcionales, llantas, tapicerías, molduras y llantas pueden hacerte perder los nervios. Valga como ejemplo que a través del configurador de la página oficial de Mercedes-Benz se hace muy complicada la configuración completa del coche. Nuestro consejo es hacer una configuración por encima y cerrar todo ante un comercial en un concesionario que te explique bien los detalles porque te puedes dejar en el saco algo que es básico y después ya no puedes añadirlo una vez fabricada la unidad.

Esta unidad logramos configurarla – nos llevó su tiempo – y al llevar el pack AMG Line se simplifica mucho porque evita detalles en los elementos. Aquí puedes encontrarla (http://www.mercedes-benz.es/MC?Mcid=MHU2QXNO), su precio total es de 45.106 € (37.856 si manual 6v) cuando el coche base cuesta 30.275 €.

Cambio automático opcional.

El Clase B con este motor 200D, se ofrece con caja manual. El cambio automático de nuestro coche es una opción (1.540 €) a añadir. Cuidado si lo buscas automático porque parece que sólo se dispone así con tracción total.

Su interface de manejo, o dicho en plan tradicional, su palanca de cambios, hay que buscarla en la caña de la dirección. Una pequeña palanquita que resume mucho sus funciones como veremos más adelante.

Motor agradecido y poco sediento.

El B 200D cuenta con un motor de 2.1 litros, un veterano bloque muy optimizado, con mecánica típica de raíl común de admisión, turbo e inyección directa. con 136 cv a 3.200 rpm hasta 4.000. Basa su buen par en su buena cilindrada y no en una presión de turbo excesiva y por ello es un motor muy dócil y que ya da los 300 Nm de su valor máximo a sólo 1.400 rpm, manteniéndose hasta 3.000. Por lo que en un andar normal, con el cambio en automático, todo sucede muy suavemente y con consumos excelentes.

Es tracción delantera, el cambio es de 7 relaciones (- nos referimos a nuestro automático opcional – de serie es manual de 6 y la electrónica nos acompaña en todo momento con el obligado ABS y los controles de tracción y estabilidad. Dispone de sistema de calado automático (Stop/start).

Interior de calidad.

La calidad de acabado se aprecia en el interior, además de los buenos ajustes de la marca, los materiales son los que corresponden a ese sobre-precio que comentamos.

La altura de su carrocería permite unos asientos algo más elevados y buenas cotas de espacio hasta el techo, con ello las 5 plazas son válidas para adultos, con espacio para piernas decente en las plazas traseras en las que echamos en falta la posibilidad de regular la distancia en la banqueta.

El salpicadero, delante, está presidido por la pantalla de info-entretenimiento y navegación, que no es táctil pues se maneja desde un pequeño joystick en la consola central.

Tiene muchos mandos directos, incluso un pulsador numérico a la antigua usanza, que realmente es cómodo aunque ocupe mucho en la consola central. Los mandos del climatizador tienen su propia consolita, con mandos giratorios que siempre son más cómodos y directos.

Gran maletero, sobre todo en su talla.

Con 501 litros de capacidad, el maletero base del Clase B está en el tamaño de coches más grandes y es de los mayores de su segmento, por descontado. Tiene un doble fondo que suma capacidad y en el que podemos tener una rueda de repuesto de emergencia o un kit de reparación que es lo que viene de serie.

La bandeja de ocultación es enrollable, sin sitio de custodia. Los abatimientos asimétricos sólo sobre respaldos no configuran suelo plano porque el piso está más bajo. Los detalles para la carga están completos con ganchos (de mejorable diseño), anclajes para redes y hasta una caja plegable para meter objetos de mediano tamaño.

Tiene dos aparentes compartimentos, pero son accesos para mantenimiento del vehículo, no están acabados para meter nada y es recomendable.

Equipamiento digno sobre todo en seguridad.

Aunque encontremos un climatizador de un sólo canal y no totalmente automático, el nivel de equipamiento de este Clase B sin packs de ningún tipo no está mal, sobre todo en temas de seguridad. Entre ello destacamos:  alerta distancia de seguridad frontal con frenado de emergencia automático, todo tipo de airbags, encendido automático de luces, control de crucero con limitador de velocidad, faros de LED con regulación adaptativa y sistema de comunicación de emergencia.

Después el programa de opciones es muy amplio, como siempre en la marca alemana, y hay que empezar por mirar los numerosos packs, que como decimos combinan con muchos elementos haciendo la configuración del coche muy compleja.

Nuestra unidad incorpora el Pack AMG Line que incluye muchos detalles diferenciadores, como las llantas de aleación específicas, la parrilla delantera,  asientos deportivos con su tapizado, pedales de aluminio o el DYNAMIC SELECT, con de 4 programas de conducción, entre otras cosas. (2.141 €)

Todo más fácil con el cambio automático.

Nuestro Clase B, se desenvuelve bien en cualquier escenario asfaltado, sobre todo con transmisión automática, es un digno urbanita por los buenos consumos que presenta.

El puesto de conducción, ligeramente más elevado, tiene una instrumentación moderna y completa, con muchos botoncitos en el volante y muchas cosas que toquetear.

Los relojes que presiden este cuadro de mandos son de línea muy deportiva, con un cuentavueltas que ya lo quisieran muchos coches deportivos, si bien el velocímetro está escalado hasta 260 km/h, reduciendo la precisión de lectura. Pero entre las numerosas visualizaciones que podemos poner en la pantalla central del cuadro está el velocímetro digital.

Por su parte el DYNAMIC SELECT, incluido en el paquete AMG Line de nuestra unidad aporta 4 programas de conducción para ajustar la respuesta de los diversos elementos como motor, cambio, dirección…

Hablando de ésta dirección, con el pack comentado tenemos una respuesta más directa del volante y un radio de giro muy bueno, suponemos que por la mayor desmultiplicación de la dirección.

Una suspensión más baja con el pack AMG Line.

Nuestro B 200D está muy caracterizado por este pack deportivo, suspensión, dirección y frenos son los elementos que más vamos a notar en las curvas, si somos hábidos de ritmos ligeros lo vamos a agradecer, porque podremos andar con este familiar, sin mucha carga, con la ligereza de un deportivo, y ayudado por el motor que con su buena respuesta hace que los 136 cv parezcan más. Con el cambio automático tenemos levas en el volante, para usar cuando queramos, pues no hay una posición de la palanquita de cambios para una posición «M», de manual como es lo normal.

Sólo tenemos punto muerto, «N», para adelante «D» y para atrás «R» y si pulsamos la «P» de «párking». Todo muy sencillo.

Estupendos consumos con notables prestaciones.

No es que este Clase B sea una bala, pero los 136 cv dan mucho de sí porque su respuesta es muy buena y parecen más. Con el cambio automático mejoramos además prestaciones y consumos.

Los 4,2 litros cada 100 km de la versión manual de serie pasan a 4,0 en el automático, una cifra no lejana de lo que se puede lograr con una conducción turística, dónde fácilmente se puede bajar de 5.

En ciudad los 5,3 bajan a 4,7, que es una buena rebaja, si bien nosotros hemos medido la cifra casi del manual, lo esperado. Y en carretera, que no hay diferencia sobre el papel entre las dos transmisiones, los 3,5 que pone su ficha se van a poco más de 4. Resumiendo, los optimistas consumos homologados no están tan lejos como en otros coches de la realidad.

En otras mediciones, por ejemplo en conducción deportiva pasar de 10 es ir a «to trapo» y en autopista superamos por poco la cifra urbana de 5,4.

El Mercedes B 200 D alcanza los 210 km/h con cualquiera de los dos cambios y acelerando desde parado, el automático se muestra mucho más rápido, con 8,9 segundos de 0 a 100 km/h, medio segundo mejor que el manual.

Competencia de todos los colores.

Ya lo decíamos nada más comenzar, el Clase B por su tipo de carrocería tiene competidores entre los propios monovolúmenes compactos, tipo Scenic, Picasso, C-Max o más en su estilo premium BMW Serie 2 (ese colage de Serie de la maca alemana que mezcla coupés y familiares). Pero además habría que mirar modelos del tipo compacto entre los que están los súper ventas del mercado.

Ficha del Mercedes Clase B